¿En realidad asistió a la AIT y a la escuela de saltos? El cuñado de mi marido estaba en la 101.ª y convenció a mi marido de que se inscribiera. Fue y se alistó, hizo el examen y tenía previsto presentarse en Ft. Campbell, Kentucky, el 24 de febrero. El 14 de febrero (día de San Valentín), él y algunos amigos habían entrado en un vagón bar en Port Jefferson, Long Island, al final de la línea LIRR. Cuando el tren arrancó para entrar en la estación preparándose para su siguiente viaje a Manhattan, él y sus amigos saltaron del tren. Lo que siguió fue una extraña historia sobre el destino y lo loca que puede ser la vida: mi marido fue atropellado por el tren de las 11:45 que venía de la ciudad, lo arrastró debajo de él durante 60 pies y tardó un año de rehabilitación en volver a la normalidad. Mientras tanto, la 101.ª le dijo gracias, pero no gracias y él siguió con su vida. Por extraño que parezca, habría estado en Vietnam con su cuñado (un sargento), justo en medio de la Ofensiva TET, una acción que prácticamente acabó con la 101.ª División Aerotransportada, hasta el punto de que su cuñado regresó en la 82.ª, porque no quedaba suficiente de la 101.ª para formar una división, o un batallón, o como sea que los llamen. Así que, básicamente, hay muchas posibilidades de que el hecho de que lo atropellara ese tren extendiera la vida de mi marido. Desafortunadamente, ese accidente volvió para atormentarlo cuando cumplió 62 años, su lesión en la espalda aplastó dos discos en su zona lumbar y comenzaron a pincharle los nervios, lo que le provocó una neuropatía periférica, que empezó en los pies y que gradualmente se ha extendido hasta las piernas, sin mencionar que está bajo constante tratamiento para el dolor con opioides... ¡y marihuana! Al menos puedo compartir la marihuana, jajaja.
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