Al principio dijiste que tu novia es, además de muy blanca y muy simpática, muy puritana, pero en cuanto se presentó la ocasion "tomó la iniciativa, lo agarró de la mano y le dijo "venga que es mucho mejor" y los dos se encerraron en el dormitorio". Queda claro que tus temores eran infundados: a ella le van los negros tanto como a cualquiera.
Creo que no tenía ganas de ponerte los cuernos porque sí ni de hacer un trío con tu consentimiento, pero su puritanismo, si es que existía, fue derrotado por la atracción natural que siente la mujer blanca por el hombre negro.
A los 32 años, no es una adolescente, sabe lo que quiere, y sabe que puede conseguir que un africano de 21, bien dotado y muy salido, así lo has descrito, le haga el amor como nadie antes.
No fue un momento de embriaguez, porque volvió a hacerlo, al menos con tantas ganas como la primera vez. Tendrás que convivir con la atracción que siente por ese hombre y probablemente sentirá por otros del mismo tipo, es decir, negros jóvenes y con muchas ganas de tirarse a mujeres blancas.