La primera vez

Todos sabemos hay solo una primera vez en la que ves como tu mujer se acuesta con otro hombre delante tuyo. Y esa primera vez, obviamente, cambia el rumbo de tu relación o matrimonio para siempre. Si finalmente tienes el coraje de adentrarte en el mundo cuckold, esa primera vez viendo como tu esposa monta a su bull/amante, sera un recuerdo que tu memoria atesorará por siempre.
Ahora bien, este posteo apunta a todas las primeras veces que se viven dentro de una relación cuckold. Entonces me surgió compartir con el foro algunas de esas primeras veces que yo vivi en estos años.
Por ejemplo, aparte de la primera vez de ella con un bull, recuerdo mucho la primera vez que ella pasó una noche con quien ahora es su amante estable, en casa de el. Ese día, el la llamó mientras tomábamos un cafe. Recuerdo sus ojos al ver su nombre en la pantalla del celular. Llevaban apenas unos meses como amantes pero siempre se habian visto en nuestra casa, conmigo ahi presente.
Lo atendió con la voz visiblemente nerviosa. Pero al solo escuchar la voz de su amante, se dibujó en su cara una sonrisa que me recordó instantáneamente porque me enamoré perdidamente de la mujer con la que comparto mi vida.
Yo no lograba escuchar que decía el, solo las respuestas que mi novia que eran apenas palabras cortas: “si”, “bueno”, “dale”. Dentro de mi, el calor corria desde los pies a la cabeza.
Cuando cortó le pregunte que pasaba y me dijo:
- “Quiere que nos veamos hoy a la noche”.
• “Esta bien, amor. Si quieres yo cocino algo rico para los 3” respondí yo, sin saber lo que se venia.
- “No, amor. Quiere que yo vaya a su casa. Sola. Y me quede a dormir con el, pues mañana no trabaja y yo tampoco”.
Quede helado. Por suerte, no soy una persona celosa, ni nada por el estilo. Ni tampoco entre a este estilo de vida por un morbo imponiendo condiciones a mi novia. Pero debo reconocer que en ese mismo momento supe que se venia un desafío que tendría que enfrentar. Por ende, y como corresponde, lo acepté.
• “Ah bueno, amor. Esta muy bien. Vos queres ir?” pregunté.
- “La verdad que si, amor. Ya ******* varios días sin verlo y no conozco su casa aún.” respondió sonrojada.
Seguimos charlando del tema y volvimos a nuestra casa.
Con el correr de las horas ella comenzó a prepararse. Ducha, crema hidratante en su piel, perfumes, maquillaje. La ayude a vestirse. Lenceria sexy, que alguna vez compre yo mismo. Un vestido ajustado, negro, que dejaba entrever el costado de hermosas tetas. Sus rulos y su sonrisa, los mismos que me conquistaron, brillaban mas de lo común.
- “Estoy lista. Vamos” me dijo. Y mi corazon empezo a latir a mil.
Nos subimos al auto, arranque, y como siempre ella tomó mi mano derecha.
- “Estas seguro que no tenes problema?” me preguntó, notando mis nervios.
• “Totalmente seguro” respondi. Y lo estaba. Siempre dije, desde el dia 1 de nuestra relacion cuckold, que ella tiene el derecho de ejercer su libertad sexual. Y lo mantengo. Entonces debia controlar mi ansiedad y simplemente dejarme llevar.
Llegamos a su edificio, bajamos del auto y la acompañe hasta la puerta hasta que el baje a abrirle.
De repente, vemos como se abre el ascensor dentro del edificio. Al segundo, aparece su amante, que al verla, sonríe igual que ella, como quien ve a esa “persona especial”.
Al abrir la puerta, me saludó primero a mi. Eso debo reconocer me relajó un poco. Hoy, ya mucho tiempo despues de este momento, soy muy buen amigo del amante de mi mujer. Viene a casa a ver futbol incluso cuando ella no está, hemos viajado los 3 juntos, tenemos muchas cosas en comun. Pero viendo hacia atras, ese dia fue una bisagra en nuestra relacion cornudo-bull. El sabía muy bien que yo estaba dejando en sus manos lo mas preciado que tengo, el amor de mi vida.
Luego de saludarme, ella se abalanza sobre el, abrazandolo del cuello. El, como era de esperar, la abrazó y la levantó para besarla apasionadamente. Me saludaron ambos, me dijo que me escribiria al dia siguiente para que la busque y entraron.
• “Pasenla lindo” dije. Fueron las unicas palabras que encontre, mientras los veia entrar al edificio y al ascensor hablando, riendo y besandose.
Mi temperatura interna, si hubiera tenido un termometro para medirla, hubiera indicado 50 grados. Comenzaba porfin esa primera vez durmiendo sin mi mujer, mientras ella “dormia” (porque lo que menos hicieron fue dormir) en lo de su amante. Este momento era un antes y un despues.
Volvi a casa. En ningun momento pude dejar de ver el celular. Esperaba un mensaje, una foto, un video, algo. Pensaba “la llamo?”. Pero entendi que iba a estar interrumpiendo su intimidad. Que ella seguramente, despues de varios días sin sexo, iba a querer estar enfocada 100% en eso.
No quedaba mas remedio que imaginar. Imagine todo, incluso lo anoté para ver si coincidia luego si mi novia decidia contarme con detalles la noche.
Imagine que no paraban de besarse durante el trayecto de 8 pisos hasta llegar al apartamento.
Imagine que al entrar, los besos serian aun mas intensos, mientras se desvestian.
Que la llevaria a algun sofa para empezar la noche alli. Para recorrer, con la quimica y pasión con la que cogen, cada rincon de su casa.
Alli, ella se arrodillaria en el piso para desabrochar su cinturón, para bajar su pantalon y sacar del calzoncillo esa pija de como 20cm que tanto le gusta, que tanta felicidad le da. Y asi, desplegar su arte. Chupandola es la numero 1.
Imagine la musica de fondo. Imagine la respiracion de su amante acelerando mientras ella se atragantaba con su verga.
Luego, el la alzaría para llevarla a una cama matrimonial. Grande, amplia. Donde tendrian tanto lugar como en nuestra cama matrimonial, pero disfrutarían aun mas por estar ellos dos solos por primera vez.
No podia dejar de pajearme. Era una atras de otra. Mi pitito ya estaba colorado. No soportaba mas fricción, no soportaba mas que lo manipule de tal manera. Me pedia por favor que pare.
Al cabo de unas horas, sonó mi celular. Era un video.
Se lo veia volver a el del baño, sin saber que estaba siendo filmado. Volvia a la cama, se acostaba a su lado y empezaban a hablar.
– “Como te extrañaba, pendeja hermosa. Extrañaba cogerte asi”
- “Yo tambien mi amor. No paro de pensar en vos.”
Besos.
Mas besos.
Caricias.
Ella baja de nuevo. El sostiene sus rulos, para que ella pueda chuparsela mas comoda. Esa siempre es mi tarea cuando el viene a casa. “Amor veni teneme el pelo” es la frase que indica que debo dejar lo que este haciendo para ir a ayudarla.
Verla chupandosela asi, a través de una pantalla, era una experiencia totalmente nueva. Siempre lo veia a escasos centimetros. Incluso siempre me llevaba luego algun beso con sabor verga y leche. Esta vez, seria solo unos segundos de video. Aun asi, mi felicidad al verla tan sexualmente plena, era la misma de siempre. Y eso es lo que me hace valorar tanto haber decidido ser cuckold. Haberme animado a dar el paso hacia una relacion mas sana y fuerte con mi mujer.
El video se pondria mejor. Pasarian al 69, que tanto les gusta para luego si, ella ponerse en 4 con su vagina visiblemente dilatada.
La imagen era de costado, ella en 4, el dandole. Penetracion vaginal hasta el fondo, choque de su pelvis con el culito de mi novia, gemido. Esa secuencia por 3 o 4 minutos.
Cambio de pose. El se acuesta, ella lo monta. Mi cerebro estaba por explotar.
La veia cabalgar como nunca antes. Entendi entonces, que esa intimidad que tenian ese dia, habia sido el detonante para que su química sexual como pareja incrementara a niveles que no conocian.
Despues de unos minutos, ella percibe que el iba a acabar. Salió, le quito el condon, y le pidió algo que hasta ahora no habia pasado: “acabame en la boca, amor.” le pidio desesperada. Como si fuera agua en el desierto.
El se para, ella se arrodilla, mira hacia arriba y saca la legua.
La precisión fue increíble. De los 7 u 8 chorros de espeso semen que largó, casi todos entraron en la boca, salvó el primero que fue mas cerca de la nariz y los ojos.
El toma el celular, la filma desde arriba y dice:
— “Hola Nicky (el me llama asi). La estamos pasando muy bien, amigo. Gracias”. Y enfoca la cara de mi mujer.
Ella, riendo, sigue la orden de su amante.
— “A ver amor como la tragas” le dijo. Y ella cierra su boca no sin antes llevar con sus dedos lo que le faltaba de leche que tenia en su nariz. Tragó hasta la ultima gota. Luego sonrie y el video termina.
Fue lo unico que recibi en toda la noche, pero puedo jurar por mi vida misma, que fue el mejor video porno que vi en mis casi 30 años. No podia dejar de verlo. Lo repeti unas 50 veces hasta dormirme.
A la mañana siguiente, cerca de las 10am, me llamó para que la busque.
Llegue al edificio de su amante y fui a esperarla a la puerta.
Bajaron juntos. Nuevamente me saluda el primero. Me pregunto como estaba.
• “Bien aunque no tanto como vos, amigo” dije con una risa un tanto nerviosa.
— “Eso dalo por hecho” me dijo mirandola, riendo y buscando en ella una risa complice que tardaria apenas una milesima en llegar.
Salude a mi novia. Ellos se despidieron con un beso apasionado, el me saludo con un beso en la mejilla (en argentina los hombres nos saludamos mejilla con mejilla), me agradecio al oido y nos fuimos.

En el trayecto, mi novia me fue contando la maravillosa noche que vivieron. Cada detalle, desde que me saludó el dia anterior hasta que llegue a buscarla. Se la notaba cansada despues de una maraton sexual. Le dolia la concha de tanto coger. Pero estaba feliz. Contenta. Relajada.

Desde aquel momento, como decia antes, mi relacion con su amante mejoró muchísimo. Generamos mucha mas confianza para que cuando ellos se vieran en nuestra casa el no tema pedirme por ejemplo ayuda con alguna pose, o que vaya a comprarle mas preservativos y demas. En definitiva, nos volvimos amigos muy cercanos.

Esa es una primera vez que recuerdo con mucho amor, con mucha pasion: la primera vez que mi mujer pasó la noche en casa de su amante.

Y VOS? TENES ALGUNA “PRIMERA VEZ” QUE RECUERDES MUCHO?

Contame que te leo y compartimos!!

Saludos a todos
 
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